Si lo que caracteriza al consumidor 2.0 es la posibilidad de establecer muchos y nuevos diálogos entre ellos y con las marcas, es decir, comunicación “cuantitativa”, llegado a un punto de saturación, el consumidor 3.0 buscará la cualificación de esta comunicación.
Cuando un usuario introduzca en Google “Restaurantes Paris” no le mostrará un listado de establecimientos en la capital francesa. El listado le mostrará los restaurantes de la calle Paris de Barcelona (que es donde vive) con mesa disponible para el viernes noche (que es cuando suele salir a cenar). También le mostrará las valoraciones de estos restaurantes (de los amigos que tiene en las 3 redes sociales a las que pertenece), los platos recomendados (teniendo en cuenta que es alérgico al marisco), fotos… todo información relevante para quien lanza la búsqueda.
Ojalá llegue pronto la tecnología que permita hacer de la web una semántica. Una web que aprenda con el usuario que... ya tiene necesidades 3.0. No es la primera vez que los consumidores están por delante del desarrollo tecnológico y me pregunto ¿quién será el responsable de cerrar este gap?
10.13.2008
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