9.04.2008

¿Qué fué primero, el cambio social o cambio tecnológico?

Todavía tengo clientes que afirman que las nuevas tecnologías no han cambiado tanto la forma en la que nos relacionamos (y yo que creía el término “nuevas tecnologías” se había quedado obsoleto)


Casi no han cambiado las cosas…


Cuando me olvido el móvil en algún sitio tengo una sensación de desnudez increíble pero es normal. Intento llamar a alguien pero no me sé su número porque todos están en la agenda del dispositivo. Me doy cuenta de que sólo me sé el teléfono de mis padres y de mi amiga a quien llamaba antes de que existieran los móviles y cuando levanto el teléfono de casa para llamarla marco el cero. Ay, no estoy en la oficina.


Las cenas de amigos las organizo por email. Antes confirmábamos asistencia haciendo un listado a medida respondíamos, ahora lo hacemos a través del RSVP de Facebook. Antes creía tener pocos amigos, hasta ahora no me he dado cuenta de la cantidad de gente que ha pasado por mi vida.


Antes nos enviábamos archivos adjuntos y nos preocupaba si tendríamos espacio suficiente en nuestra cuenta, ahora sólo nos enviamos links. Las fotos, música y documentos pasan a estar colgados en una FTP o en diferentes plataformas online. Todavía recuerdo cuánto tardaba en disparar una foto, ahora hacer fotos es gratis y no puedo dejar de pensar en qué habrán hecho los señores de Kodak.


Antes nos descargábamos películas, ahora las vemos online. ¿Para qué gastar espacio de nuestro disco? Antes buscábamos un ordenador potente y con mucha memoria, ahora solo necesitamos una buena conexión a Internet. Así trabajan los de Google y si alguien sabe de “nuevas tecnologías” serían ellos, ¿no? Antes llamábamos al teléfono de información, ahora si no podemos hacer gestiones online lo encontramos francamente ineficiente.


Las cosas sí han cambiado. Queramos o no. Sea como fuere, cambio social y tecnológico han evolucionado para acostumbrarnos a poder hacer lo que queramos desde nuestro móvil u ordenador. Hacer la vista gorda a esta realidad nos soluciona nuestra comunicación a corto plazo pero las marcas van a tener que replantearse cómo aprovecharse de esta nueva realidad para garantizar viabilidad a largo.